...no desmerezco a las emociones, ni a las imágenes, ni a los estímulos, ni a las pulsiones, ni a cualquier otra sensación que podamos abrigar. Lo que digo es que en el fondo todo tiene una traducción a un lenguaje común que es el de los sentimientos. Y que esos sentimientos son comunes a todos, no son personales. Aunque no podemos sentirlos todos ni todos sentimos los mismos.
En cuanto a las emociones las veo más ligadas a la corporeidad, son sensaciones más externas, para decirlo de algún modo.
La "emoción" "mueve". Los sentimientos, repito, son más profundos y lo que me interesa es la comunidad que establecen entre ellos.
Las imágenes también son sensaciones, pero, otra vez, están ligadas a la percepción del mundo que nos rodea. Los sentimientos ligan al mundo que nos rodea con el mundo "real", es decir, el interno, al que llamo la Sensibilidad de Dios. Y lo que nos permiten es econtrar el "sentido" de la realidad. Si todo fuese imagen y emoción no encontraríamos el sentido de la realidad, que, justamente, se "siente" por ser "sentido". Los sentimientos no nos ponen en contacto con la Verdad; son la Verdad, ya que el todo se hizo sentimentalmente, y entre ellos, con Amor, que es el principal sentimiento.
En cuanto al precio, creo que en el fondo nada escapa al plan divino, y que el dolor nuestro y el de Dios son el inevitable aporte para que exista algo. Si nos salimos de los equilibrios convenientes fue para alcanzar otro tipo de resultados, que si no no los hubiéramos conseguido. Pienso en la maravilla de las comunicaciones que hoy nos permiten tantas cosas, y entiendo que lo bueno exige para su desarrollo de algún sacrificio. Quiero decir que muchos adelantos se correspondieron con muchas atrocidades. No creo que eso sea injusto, sólo que a nosotros se nos escapa el sentido de esa justicia. También creo que los sufrimientos Dios los compensa, de manera que nadie es víctima en la historia de Dios.
Más que nada el trabajo se explaya sobre el universo sentimental y sobre el hecho de que nosotros, en el fondo, no somos más que una sucesión de sentimientos, como las palabras, que de hecho también son sensaciones. Pero no trabajo sobre la clasificación de éstas (de las sensaciones) porque no tuve tiempo. Quizá para la próxima.